lunes, 14 de abril de 2014

Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor



El “Día Internacional del Libro y el Derecho de Autor” es una celebración declarada por la UNESCO en 1995 con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.
Se eligió el día 23 de abril como “Día Internacional del Libro y el Derecho de Autor” como fecha simbólica por la coincidencia con el fallecimiento de los escritores Miguel de Cervantes Saavedra, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega en la misma fecha en el año 1616. También en un 23 de abril nacieron —o murieron— otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. En España —donde este día es tradicional regalar una rosa al comprador de un libro— se toma en cuenta esta fecha para la entrega anual del Premio Cervantes, el mayor galardón otorgado a los autores hispanos.
En 2001, por iniciativa de la UNESCO, se nombró a la ciudad de Madrid como “Capital Mundial del Libro”. Desde entonces cada 23 de abril, diferentes capitales de países del mundo han sido designadas y realizan durante el año diferentes actividades culturales relacionadas con los libros. El comité de selección está integrado por representantes de la Unión Internacional de Editores (UIE), la Federación Internacional de Libreros (FIL), la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios (IFLA) y la UNESCO. El 23 de abril de 2011 Buenos Aires fue designada “Capital Mundial del Libro”, en 2012 le tocó el turno a la ciudad armenia de Ereván, en 2013 fue Bangkok, la capital de Tailandia, y este año será Port Harcourt, ciudad de Nigeria, la distinguida.
Fuente: Imaginaria - Revista quincenal sobre literatura infantil y juvenil


sábado, 1 de marzo de 2014

Álbum Ilustrado


La casa de los cubos (Kunio Kato y Kenya Hirata)
Kenya Hirata  Ilustraciones de Kunio Kato
Traducción de Mónica Kogiso Buenos  Aires: Adriana Hidalgo Editora, 2011
La casa de los cubos (Tsumiki no ie) es un caso raro de álbum basado en un corto de animación, y que además ha sido llevado a cabo por los mismos creadores (Kenya Hirata y Kunio Kato). Ambos, de hecho, desarrollan sus carreras profesionales más vinculados a la animación y a la televisión que a los libros infantiles.
Como corto de animación ganó diversos premios, como el del festival de Annecy en 2008, y dos galardones más en Japón, su país de origen, antes de obtener el de más difusión: el Oscar al mejor cortometraje animado en 2009.
El protagonista de esta historia es “el abuelo”, no tiene nombre, y a pesar de ello pronto nos acercamos a él. Vive en una casa sobre el mar, y en las primeras páginas se nos explica el motivo de este inusual escenario: “en esta ciudad, el mar crecía cada vez más”. Así, descubrimos que el abuelo y el resto de habitantes de la ciudad han ido construyendo nuevos pisos encima de sus casas a medida que el agua subía de nivel, abandonando las antiguas estancias para ocupar unas nuevas en el piso superior.
La casa de los cubos (Kunio Kato y Kenya Hirata)
En uno de estos momentos en los que el abuelo ha de construir un nuevo piso porque el actual ya se está inundando, una feliz casualidad (ha olvidado sus herramientas y tiene que bucear recorriendo sus antiguas casas) nos descubre el significado alegórico de estas construcciones, en un viaje al pasado, a los recuerdos alegres y a las pérdidas del protagonista.
Un sencillo pero efectivo juego, el de mostrar la vida como un mar que no para de crecer, y ante el que hay que seguir construyendo el presente sobre los cimientos del pasado. El abuelo se niega a abandonar estos cimientos y comenzar una n ueva vida en otro lado, como han hecho muchos de sus vecinos, cuyas casas hace tiempo que quedaron enterradas bajo el agua. Allí, en la base de esos cimientos, fue donde conoció a su mujer, donde tuvo hijos, nietos, donde la vio morir unos años atrás.
Las ilustraciones de Kunio Kato son delicadas y detallistas al mismo tiempo, con trazos a lápiz y acuarelas de colores suaves que se mueven entre el azul del agua y el amarillo del cielo, con algunos detalles de rojo. Esta paleta de colores da al conjunto un aire nostálgico, y ayuda a transmitir al lector el espíritu de una historia tierna y amable que nos deja con una sonrisa en los labios.
REVISTA BABAR.

jueves, 20 de febrero de 2014

LA OBRA DE JULIO CORTÁZAR, “COMPAÑERA DE RUTA”

LA OBRA DE JULIO CORTÁZAR, “COMPAÑERA DE RUTA”
Hoy recordamos algunas de sus reflexiones sobre la vida y la literatura; y anunciamos el lanzamiento de una colección que el Ministerio de Educación enviará a las escuelas. 

“Precisamente porque en el fondo soy alguien muy optimista y muy vital, es decir alguien que cree profundamente en la vida y que vive lo más profundamente posible, la noción de la muerte es también muy fuerte en mí. Nunca se despertó en mí el menor sentimiento religioso. Y entonces la noción de la muerte para mí no es una noción que yo pueda esconder o disimular o buscarle un consuelo con la idea de una resurrección, de una segunda vida. Para mí la muerte es un escándalo. Es el gran escándalo. Es el verdadero escándalo. Yo creo que no deberíamos morir y que la única ventaja que tienen los animales sobre nosotros es que ellos ignoran la muerte”. (Fragmento del libro de entrevistas de Evelyn Picon Garfield “Cortázar por Cortázar”).
El calendario hoy nos lleva a recordar a Julio Cortázar por el aniversario de su ausencia física. Un día como hoy, pero hace 30 años, la noticia de su fallecimiento en la clínica Saint Lazare de París conmovía a todos sus lectores. Tenía 69 años y había pasado los últimos meses de vida luchando contra una enfermedad en la sangre.
Jamás pensó en escribir una biografía. “Pues quién dirá cómo era, qué pensaba, cómo vivió? Toda biografía es un sistema de conjeturas; toda estimación crítica, una apuesta contra el tiempo. Los sistemas son sustituibles y las apuestas suelen perderse”, escribió en el prólogo a “Edgar Allan Poe” (la traducción de su obra al español) y es una reflexión que ahora recopila el ibro “Cortázar de la A a la Z”, editado por Aurora Bernardez y Carles Alvarez Garriga.
En esa misma publicación, un apartado titulado “Profesionalismo” repara en una entrevista que el escritor le dio a Ernesto González Bermejo. Allí Cortázar reflexiona: “Me consideraré hasta mi muerte un tipo aficionado, un tipo que escribe porque le da la gana, porque le gusta escribir (…) La literatura ha sido para mí una actividad lúdica, en el sentido que yo le doy al juego y que usted conoce ya bien; ha sido una actividad erótica, una forma de amor (...) Me ha hecho muy feliz, escribir. Me ha hecho muy feliz sentir que en torno a mi obra había una gran cantidad de lectores, jóvenes sobre todo, para quienes mis libros significaron algo, fueron un compañero de ruta. Eso me basta y me sobra”.
Para las escuelas de todo el país
2014 ha sido denominado como el año “cortazariano”, no sólo por el aniversario que hoy recordamos sino porque también coincide con el centenario del nacimiento del escritor (el 26 de agosto de 1914).
Por este motivo, el Ministerio de Educación de la Nación enviará a todas las escuelas secundarias del país una caja que contiene diez títulos de su obra. A su vez, el Plan Nacional de Lectura publicará 250 mil librillos con una selección de textos proveniente de los libros “Un tal Lucas”, “Historias de cronopios y de famas”, “Queremos tanto a Glenda”, “Bestiario” y “Final del Juego”.

martes, 11 de febrero de 2014

40° Feria Internacional del Libro

Quino estará a cargo del discurso de apertura de la próxima Feria del Libro de Buenos Aires,  el acto será el 24 de abril de 2014.